Elementos clave para una correcta elección del azulejo.

Es fundamental considerar la dureza y resistencia según el tipo de espacio en el que se instale. Por ejemplo, un suelo en la cocina debe ser mucho más resistente que en un dormitorio. Esto se debe a que en la cocina hay un mayor riesgo de que caigan objetos o de que se utilicen productos de limpieza más agresivos, lo que podría provocar daños.

Exposición térmica y resistencia al agua son factores clave a considerar. Debes tener en cuenta la humedad y los cambios de temperatura a los que estará sometido el material, ya sea en interiores o exteriores, y si estará en contacto con el agua.

Coincidirás en que no es lo mismo un azulejo instalado en una piscina, un baño, un dormitorio o una cocina; cada uno enfrenta condiciones distintas de humedad y temperatura. Además, es importante señalar que una mayor exposición al calor y la humedad puede acelerar el deterioro del revestimiento.

Si el lugar que vamos a remodelar cuenta con luz natural, podemos optar por casi cualquier tipo de pavimento y revestimiento. Sin embargo, si la estancia es pequeña o carece de luz natural, es recomendable elegir cerámica de colores claros para evitar que parezca aún más reducido.

La estética que deseas es fundamental. Todos los azulejos ofrecen una variedad de colores, esmaltados, tamaños y acabados. Es importante considerar el tipo de ambiente que deseas crear, ya que los colores y tamaños pueden generar diferentes efectos, desde espacios luminosos y minimalistas hasta estéticas más naturales o vibrantes.

El precio es crucial y decisivo en una reforma. Por lo que recuerda comparar correctamente los precios en referencia a la estética o diseño que más te guste, una vez ya tengas claro las características del azulejo idóneo para tu estancia.